lunes, 6 de febrero de 2012

Decisiones equivocadas, que te hacen cambiar a mal.

Voy a contarte una historia. Quizá te suene de algo:

No hace mucho tiempo estaban dos amigos hablando de lo que más odiaban...
- ¿Que es lo que más odias? 
 - Odio a la gente que se cree superior a otra, que insulta a los demás sin tener razones para hacerlo, que bebe por hacerse creerse importante y mayor,... Gente indeseable.
- Yo odio a la gente que habla mucho y no ata nada. Eso en resumidas cuentas.
Después de varios meses esos dos amigos perdieron la confianza que tenían. Ya no hablaban como antes, un simple "hola" por el Tuenti era lo que se decían... Y ver como un cierto cambio se notaba en la personalidad de uno de ellos era lo más importante. Eso que decía que odiaba se había convertido en su filosofía. Y ahora la persona que escuchó aquél día a el primero se replantea la pregunta y contesta:
- ¿Sabes qué es lo que más odio? Odio que la gente hable, y que luego no se trague sus palabras, que cree que hace lo correcto pero que se equivoca, que se siente especial, y no es uno en un millón,... En resumidas cuentas, odio la gente como tú.

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